Mucho ojo con ciertas aplicaciones de los móviles o con las apuestas deportivas porque pueden convertirse en una auténtica pesadilla familiar. Hay estudios que dicen que uno de cada tres adolescentes corre el riesgo de engancharse, de convertirse en adicto al juego. En algún caso, incluso generando deudas astronómicas que llegan por sorpresa a casa.
Cientos de juegos competitivos y apuestas deportivas a golpe de clic. Esa oferta descomunal la tienen en la mano todos los que posean un teléfono móvil, una tablet o un ordenador, y los menores de edad se manejan con las nuevas tecnologías bastante mejor que muchos adultos.
El problema comienza cuando del ocio se pasa a la necesidad y de ella a la adicción. Segín un estudio hecho el curso pasado en centros de enseñanza de A Coruña más del 37 por ciento de los 830 adolescentes preguntados están en riesgo de engancharse la alguno de estos juegos.
Desde esta asociación tenemos claro que el problema va a más, y echamos en falta investigaciones más amplias porque desde los años 90 no existen datos fiables y globales del problema de la ludomanía. Aquí nos llegan los casos extremos.
Las nuevas tecnologías, advertimos, no pueden ser los canguros del siglo XXI. Por eso aconsejamos un control parental similar a lo que se hace con los estudios, las amistades o intereses de los hijos. Además, demandamos medidas preventivas y de control del juego por parte de las administraciones.
Así lo presentamos en un reportaje que nos hizo la TVG: